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Juicio Tellechea

Las testigos apuntaron a los primeros abogados que tuvo la familia

En doble jornada de audiencias por la desaparición de Raúl Tellechea, comparecieron las hermanas Toro y el hijo menor del ingeniero desaparecido en 2004.

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En horas de la tarde del 27 de febrero fue el turno de Beatriz Toro, la ex esposa de Tellechea, para declarar. La mujer relató entre lágrimas lo "disruptivo" que fue para la vida familiar la desaparición de Tellechea y puso en duda el desempeño de los primeros asesores legales que tuvo la familia, los abogados Fernando Castro y Rubén Pontoriero.

Según Beatriz Toro, estos profesionales intentaron orientar las acciones legales de la familia bajo la hipótesis de la fuga de Tellechea y, desde esa premisa, promovieron la solicitud de eximición de prisión del ingeniero. Además, les advirtieron que no tenía sentido solicitar que se investigue a los poderes del Estado y les recriminaron que reclamaran públicamente la renuncia de Luis Moyano como Secretario de Acción Social. Y agregó que, con el paso del tiempo, la familia cayó en la cuenta de que los profesionales estaban vinculados con el gobierno provincial y no representaban cabalmente los intereses de la familia, razón por la cual decidieron terminar la relación.

También hizo referencia a la reunión a la que fue convocada por las autoridades de la Mutual, después de la desaparición, y a la que asistió en compañía de Raúl Trujillo, sobrino de su ex esposo. En ese encuentro los directivos le manifestaron que habían mantenido una reunión con Tellechea en la Mutual el 27 de septiembre (día previo a la desaparición), donde le habrían imputado la responsabilidad de irregularidades encontradas en la administración de la institución (“un faltante”); también le dijeron que el ingeniero había reconocido esa responsabilidad y que se justificó argumentado que lo hizo para mantener a sus hijos. Relató que cuando salía de la reunión vio a la empleada Isabel Ahumada, también investigada en el juicio por encubrimiento, “con cara de susto, de mucha angustia y miedo”.

Toro recordó haberse sentido impactada por la versión de los mutualistas, ya que Tellechea siempre había sido muy prolijo en los temas económicos, y agregó que la acusación no era compatible con las conductas del hombre que vivió con ella durante 33 años. Mencionó también que, en un primero momento, no entendía por qué la habían convocado a ella siendo que hacía tres años que estaba separada de su ex marido; después se dio cuenta de que era para buscarla de "aliada de ellos", señaló.

"No va a aparecer nunca más"

Susana Toro, hermana de la ex esposa de Raúl Tellechea y amiga del ingeniero, declaró en la audiencia del 28 de febrero. En su comparecencia se destaca los dichos sobre una conversación presencial que ella habría mantenido siete días después de la desaparición con el abogado Miguel Dávila Saffe, quien le habría dicho: “Este es un caso muy jodido, está metida la policía, la justicia, no puedo ayudarte en esto”. En ese encuentro, el abogado -hoy juez de Cámara Penal-, se habría dirigido a Mauricio Tellechea, también presente en la reunión, para asegurarle: “Tu papá no va a aparecer nunca más”. "Fue un shock muy grande, nos pusimos a llorar con Mauricio", declaró la mujer. Luego agregó que por esos días algunas personas le advirtieron que los abogados Castro y Pontoriero estaban vinculados al gobierno de San Juan.

En otro pasaje de la declaración, Susana Toro manifestó que recibió llamadas anónimas, en algunos casos pidiendo rescate por su ex cuñado y otros amenazando su integridad y la de su familia. También mencionó que algunas personas, entre ellos un periodista del Diario El Zonda, le dijeron que el cuerpo de Tellechea había sido quemado en un horno de ladrillo en Pocito o en una calera en Los Berros.

“Fue el momento más traumático de mi vida”

La segunda audiencia había comenzado con la declaración del menor de los hijos del ingeniero desaparecido, Rodrigo Tellechea. El joven, que tenía 9 años al momento de la desaparición de su padre, recordó entre lágrimas a su papá. "Promovía el deporte y era muy disciplinado con el tema de la escuela, yo no podía salir a jugar hasta que no hiciera la tarea. Fueron los mejores años de mi vida, y al desaparecer tan pronto me tuve que aferrar a esos recuerdos. Era un padre ejemplar, era mi mejor amigo, hacía que lo aburrido, lo pesado, se hiciera llevadero y divertido", declaró.

En otro momento de su comparecencia, el joven relató que un mes antes de la desaparición advirtió un cambio súbito en el comportamiento de su padre. “Antes me iba solo al entrenamiento, pero él me empezó a acompañar hasta la puerta. Después no me dejaba salir a jugar con mis amigos en la siesta, cuando él dormía. Tampoco me dejaba volver solo en colectivo a la casa de mi abuela, sino que me esperaba un remis en la puerta del colegio", dijo.

También se refirió al día en el que se conoció la desaparición: "Salí de la escuela y estaba esperando a mí papá que me buscará como lo hacía siempre, pero no apareció. Pasaron como 15 minutos, pero parecieron como 100 años, hasta que vino a buscarme mi primo porque mi padre no aparecía. Fue el momento más traumático de mi vida".

Texto: Marcela Ormeño