NOTICIAS DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN

  • Información publicada por: Fabián Rojas
  • Fecha 28/02/2023

Fútbol y ser nacional

La Selección y la cohesión

Luego del Mundial, Messi, Scaloni y el “Dibu” vuelven, premiados, a unificar sentimientos. Reflexiones desde una tesis sobre fútbol.

Imagen de portada: Telam

Como desde hace semanas especula la mayoría de los medios de comunicación, finalmente este lunes 27 de febrero hubo una suerte de “descarga” o mini réplica del furor argentino ante la obtención de la Copa mundial de fútbol del 18 de diciembre pasado: “El 10” Lionel Messi, el DT Lionel Scaloni y el arquero Maximiliano “Dibu” Martínez fueron, de nuevo, cada uno desde su puesto, los mejores (“The best”) para la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA). No sólo eso: la hinchada argentina, luego de Catar 2022, fue elegida ayer como "mejor afición". Las informaciones sobre el hecho volvieron a sonar con ese dejo de "buena noticia" para todos y todas. Es el puente de los héroes de la "celeste y blanca" sobre la grieta social. Es la Selección y la cohesión

“Junto a los arquetipos nacionalistas, las clases populares estaban construyendo otro panteón, junto a los gauchos de los intelectuales nacionalistas hegemónicos y académicos como Leopoldo Lugones y Ricardo Rojas aparecen héroes populares y reales: los deportistas”. La frase es del sociólogo Pablo Alabarces y la cita el magister Maximiliano Martínez, docente de la UNSJ, en su tesis de Maestría en Historia.


En ese trabajo, en que recorre la mirada de referentes sobre el fútbol sanjuanino, Martínez menciona que, en cuanto a la práctica deportiva repetitiva y de alto contenido emocional, “el fútbol presenta una ritualidad que le es característica, revelando el sentimiento de pertenencia o de exclusión, marcando las diferencias sociales-económicas, y al mismo tiempo, propiciando la cohesión y la identificación grupal”.

Por eso se remite a los orígenes de la práctica de ese deporte en Argentina, a principios del Siglo XX, cuando los clubes comenzaban a dar sus primeros pasos, y “el fútbol como expresión lúdica-deportiva comenzó a integrarse al ser nacional”, dice.


“Es prácticamente innegable el sentido que el fútbol le ha dado a ese ser nacional. En este sentido, no puede sorprendernos que, en la actualidad, los jóvenes celebren su argentinidad desde el fútbol. Las banderas se multiplican después de un partido del Mundial de Fútbol”, sostiene Martínez.


“El que no salta…”


En el Mundial de México en 1986 la Selección argentina venció a la inglesa y desde los jugadores argentinos hasta buena parte del cuerpo social pareció vivirse como una “venganza”. Había ocurrido la guerra de Malvinas cuatro años atrás. Sin embargo, hubo otro proceso mucho antes, a principios del Siglo XX, dentro del fútbol, que también involucró lo inglés. Martínez recurre al sociólogo Eduardo Archetti y lo cuenta así: “Su análisis con referencia al fútbol comienza en el año 1914 -escribe sobre Archetti-, cuando Racing Club de Avellaneda, considerado el primer club eminentemente criollo, obtiene por primera vez el campeonato de primera división. A partir de este momento los clubes británicos como Alumni pierden su peso futbolístico. Esta fecha es la fundación del proceso de criollización de un deporte netamente británico. Por lo tanto, este hecho conforma un espacio imaginario desde el cual se ajustarán patrones del nacionalismo deportivo argentino como modelos simbólicos criollos opuestos al británico”.


En Galería de Imágenes, Mg. Maximiliano Martínez