NOTICIAS DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN

  • Información publicada por: Marcela Ormeño
  • Fecha 02/03/2023

Apagón

“Algunos eventos como el de ayer pueden generar una reacción en cadena”

Así lo aseguró Alejandro Maturano, investigador del Instituto de Energía Eléctrica de la UNSJ.

















Una extensión importante de territorio argentino, se quedó el
1 de marzo sin energía eléctrica. El apagón afectó a toda la provincia de San
Juan y a casi 20 millones de usuarios de otras provincias argentinas. Este evento
sorpresivo que sucedió minutos antes de las
16hs fue consecuencia de un
incendio de pastizales a unos 8 kilómetros de General Rodríguez en el Gran
Buenos Aires, el cual se extendió a tres líneas de transporte de 500 kV, lo que
produjo una falla en el Sistema Interconectado Nacional (SADI).



Según lo publicado
por el Instituto de Energía Eléctrica (IEE) de la Facultad de Ingeniería de la
UNSJ, esto hizo activar el sistema de protecciones que desenganchó las tres
líneas. A partir de esto, se sumó un cuarto tendido de 500 kV que conecta Gral.
Rodríguez con Atucha, desconectando la Central Nuclear Atucha I y afectando
posteriormente a la Central Térmica Puerto. Cuando se desengancharon las cuatro
líneas se perdieron unos 4.500 MW de generación y la demanda cayó de más de
26.500 MW a cerca de 23.000 MW (alrededor de las 16:10 hs.).



El problema mayor
se originó a partir de que la falla no pudo ser aislada en la zona del Litoral
y se extendió al resto del sistema. La perturbación con elevados niveles de
demanda generó oscilaciones que provocaron la salida de otras líneas de 500 kV.
Las fluctuaciones de tensión provocaron que la línea Comahue-Cuyo también
saliera de servicio. Se perdieron más de 11.000 MW, lo que representa alrededor
del 40 % del total (cerca de las 17 hs.).



Como consecuencia,
el sistema interconectado se dividió en dos grandes islas que funcionaron en
forma independiente. AMBA, Córdoba, Santa Fe, La Rioja, Tucumán, La Pampa, Río
Negro, Neuquén, Mendoza y San Juan quedaron sin servicio. Transener y CAMMESA
trabajaron en la restauración del sistema. Aproximadamente 3 horas después comenzó
restaurarse el suministro, alcanzando más de 8.000 MW de potencia restituidos.



Para obtener mayor información sobre esta situación dialogamos
con el director de la carrera
Ingeniería Eléctrica en la Facultad de Ingeniería de la UNSJ, investigador del IEE
y del Laboratorio de Alta Tensión y Energías Alternativas de esa Facultad, (también
trabajó en Atucha)
Ingeniero
Eléctrico Alejandro Maturano
. El investigador manifestó que “aparentemente
al suceder el incendio debajo de las líneas, cambió las condiciones
atmosféricas entre los conductores, también generó partículas en suspensión,
cambios de temperaturas, ionización del aire, todos estos factores pudieron
propiciar una falla o bien entre los conductores o entre los conductores y
tierra, o entre las torres, lo que hace que algunas protecciones actúen. Cuando
hay más de un evento fuera de lo normal puede llevar a desconexiones de algunas
partes, que puede ser de líneas o incluso de algunas centrales. El objetivo de
estas protecciones es evitar que el suceso se convierta en algo más grande y que
se desconecte todo”.



“Hay que pensar -continuó diciendo Maturano- que Argentina
esta interconectada a través de un sistema de alta tensión de 500 KV y algunos eventos
como el de ayer pueden generar una reacción en cadena. Lo bueno es que una vez
que se detectaron los problemas se puso en marcha un plan de contingencia para reestablecer
el sistema, y se hizo muy bien porque fue un colapso parcial”.



También hizo una valoración del sistema energético argentino
diciendo que “es un sistema que está creciendo, se están haciendo obras desde hace
muchos años aumentando el mallado de sociabilidad del sistema. Todavía falta bastante,
se tienen que hacer más inversiones, inversiones que no se encaran con la
celeridad que corresponde para aumentar la cantidad de suministro y hacer el
sistema más confiable y seguro, no obstante, no estamos mal”.



A su vez, dijo que “el costo de energía no suministrada durante
las tres horas de interrupción es importante, y eso se cuantifica”. Si
bien señaló que “hay situaciones que escapan a lo normal, y que tal vez podrían
preverse con desmalezamiento y mantenimiento de la zona, también se debe tener
en cuenta que son extensiones muy grandes”. Finalmente agregó que no puede
asegurar si hubo boicot, aunque usualmente existe vandalismo, ya que las líneas
se encuentran al costado de la ruta, no están en predio cerrado y son de libre
acceso.

Imagen obtenida de Telam.