NOTICIAS DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN

  • Información publicada por: Susana Roldán
  • Fecha 03/10/2023

Colación de grado y posgrado en la FACSO

“Sólo con el otro, respetando y amando al otro, nuestro esfuerzo individual alcanza su mayor esplendor”

Así expresó el decano Marcelo Lucero, al despedir ayer a las y los nuevos profesionales.

Con un acto que
se desarrolló en el Comedor Juan Gutiérrez, del CUIM, se realizó ayer la Colación
de Grado y Posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales, donde cerca de 200
egresados y egresadas recibieron su título. El acto fue el primero de una
semana de festejos en el marco de los 50 años de la UNSJ, que incluye la
colación de todas las unidades académicas e institutos preuniversitarios.



La ceremonia dio
comienzo con la actuación musical de José Luis Blanco, quien interpretó dos
canciones de su repertorio. Luego ingresó el cuerpo de bandera, para entonar a
continuación el Himno Nacional Argentino.



El primer discurso
estuvo a cargo de Federico Orihuela, egresado de Ciencias Políticas, quien
habló en nombre de las y los nuevos profesionales. “Quiero invitarles a
reflexionar sobre la actual coyuntura política que atravesamos y el constante
ataque que está sufriendo nuestra universidad, desde distintos sectores del
poder, que tienen como objetivo una universidad arancelada y elitista. La
educación superior es un bien público y social, un derecho humano universal y
sobre todo, responsabilidad del estado”. Hizo referencia también a los años en
que la universidad argentina estuvo arancelada y cuantos no, señalando que “la
democratización de la educación universitaria argentina sólo acumula 46 años
contra los 366 años de educación arancelada. De aquí la importancia de estar
alerta contra los discursos que amenazan nuestra educación pública. Y a partir
de ello, me gustaría reivindicar a los jóvenes y docentes que impulsaron la
Reforma del 18, quienes lograron que se reconozcan derechos que hoy a nosotros
nos parecen inalterables, como la autonomía universitaria, el cogobierno y la
libertad de cátedra”.



Luego fue el
turno del abogado Dulio Liberman, quien habló en nombre de los docentes de la
facultad, expresando que “cada año les cuento a mis estudiantes que para mí, la
educación pública fue la única oportunidad de ser abogado. Y la universidad me
sigue sorprendiendo, porque hoy me trae acá a hablar ante ustedes. Quizás muchos
compartimos un horizonte similar: cualquiera sea el trayecto recorrido,
elegimos la universidad pública y acá estamos. La universidad pública vuelve
ordinario lo extraordinario y eso, a veces, molesta”.



El decano de la
FACSO, Marcelo Lucero, tuvo también a su cargo palabras de despedida. Al
respecto, manifestó lo siguiente: “En las últimas semanas, ha resurgido
afirmaciones sobre la universidad pública que utilizan la palabra “gratis” bajo
un singular sentido que no tiene nada que ver con los que sabemos y sentimos
quienes hemos pasado por las aulas de la universidad pública argentina.
Nosotros hablamos de “gratuidad” de la enseñanza y el acceso, porque la palabra
gratis en el sentido economicista, lo entiende como un intercambio sin costos
para una de las partes, pero sin costos monetarios o sin pagar dinero; por lo
tanto, la educación pública es reducida a un problema monetario, pagamos o no
pagamos. La educación nunca fue gratis, en el sentido que nos quieren hacer
creer. El servicio educativo implica un intercambio en el quien recibe, el
educando, debe desplegar una cantidad de energía, esfuerzo, tiempo y
dedicación, que no tienen nada que ver con el dinero. El esfuerzo individual de
cada uno de ustedes por comprometerse a estudiar no fue gratis, ni de ustedes
ni de sus familias. La universidad pública no es gratis porque los que la
conformamos sabemos desde el primer día, que lo público implica una
responsabilidad con la sociedad. La fantasía de que si yo pago con dinero, ya
no le deberé nada a la universidad pública, niega uno de los aprendizajes más
preciados de la universidad: que el título que ustedes recibirán es fruto del
esfuerzo individual, pero también colectivo. Sólo con el otro, sólo viviendo,
respetando y amando al otro, nuestros esfuerzos individuales alcanzan su mayor
esplendor”.



Finalmente,
pronunció su discurso el rector de la UNSJ, Tadeo Berenguer. “Las ciencias
sociales son siempre reflexivas. Por eso, el país y el mundo necesitan cada vez
más de ustedes; no porque tengan todas las respuestas, sino porque están
entrenados para reconocer la complejidad de los problemas y ser más cautelosos
antes de emitir juicios o tomar decisiones”, dijo el rector. También señaló que
“la historia de las ciencias sociales ha sido un motor de cambio y renovación y
no pueden dejar de serlo, su naturaleza crítica hace de vuestros oficios un
poderoso instrumento del cambio. Ustedes son parte de ese gran proyecto de
construir un mundo mejor. Sean sensibles, no sean neutrales, participen en lo
público, involúcrense, hagan valer lo que han aprendido y no olviden ser
felices, pero sean felices en comunidad”.