NOTICIAS DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN

  • Información publicada por: Marcela Ormeño
  • Fecha 29/04/2024

Primera función de mayo

La Orquesta Sinfónica brinda un nuevo concierto con tres grandes obras

Será este viernes 3 de mayo en el Auditorio Juan Victoria a las 21.30.

















El Centro de Creación Artística y Orquestal y la Orquesta Sinfónica
de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes (FFHA) de la Universidad
Nacional de San Juan (UNSJ), informan que este próximo 3 de mayo se realizará
una nueva función en el Auditorio Juan Victoria a las 21.30, con entrada es libre y gratuita.



La orquesta interpretará tres grandes obras con la dirección
del maestro Pablo Bocchimuzzi:



1 - El Aprendiz de Hechicero- Paul Dukas -



Considerada la obra más célebre del compositor, El Aprendiz
de Hechicero de 1897 es una verdadera joya de la orquestación. Ganó enorme
popularidad gracias a su inclusión en la película Fantasía de Walt Disney,
donde fue inmortalizada por Mickey Mouse. La historia se inspira en el poema
homónimo de Goethe y narra el desafortunado intento de un aprendiz por hechizar
una escoba para que le ayude a cargar baldes de agua, resultando en una
desastrosa inundación que solo será detenida por su maestro, el hechicero.



2- El Lago Encantado - Anatoly Liadov -



El Lago Encantado, Op. 62, tuvo su estreno en San
Petersburgo el 21 de febrero de 1909, dirigido por el propio
compositor. El mismo se refirió a la obra como un cuadro de fábula. Es en
efecto una maravilla de serenidad mística, donde las aguas se agitan suavemente
bajo cielos estrellados, en sugestivos cambios de acordes de terceras y novenas
mayores y menores apoyados en profundos puntos de pedal, con los
"encantados" sonidos del arpa, la celesta, y los delicados trazados
de flauta.



3 - 7ma Sinfonía - Serguéi Prokofiev -



La Séptima Sinfonía marcó el cierre de las grandes obras que
Prokofiev llegó a completar. Según el propio compositor, su carácter sencillo
se debía a su dedicación a la juventud soviética. Este estilo simple, pero a la
vez profundo, crea un arco conclusivo en su ciclo sinfónico que se conecta con
la misma sencillez de su primera sinfonía. Siguiendo la forma tradicional de
cuatro movimientos, Prokofiev nos sumerge en un sinfín de colores y
combinaciones instrumentales. Su estreno en 1952 fue la última aparición
pública del compositor y tras su muerte cinco meses después, deja detrás
un legado inigualable en el mundo de la música sinfónica del siglo XX.