La socióloga feminista y ex directora de CONICET, Dora Barrancos, pasó por la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, donde mantuvo un conversatorio con mujeres de todos los estamentos universitarios, destinado a pensar la mujer y el derecho en América Latina.

Minutos antes del encuentro, dialogó con los medios de comunicación universitarios sobre la actualidad del país y cómo afecta a los colectivos de mujeres en el país. Al repasar las conquistas conseguidas por las mujeres, aseguró que “hemos conseguido mucho, pero todo está puesto en jaque hoy en día. Hay que confiar en la resistencia de las mujeres, junto con todas las otras resistencias, de todos y todas.”

“Si esto sigue así -afirmó- no hay otro destino que el precipicio. Me refiero al que lleva la actual gobernanza. Yo espero que haya muchas reacciones, celebro una reacción temprana de las fuerzas del trabajo. Encuentro que hay un aire medio tristón y un cierto desasosiego y ha que salir de eso. Siempre tengo una visión optimista, porque creo en la condición humana. Creo que efectivamente la servidumbre voluntaria no es el término de la condición humana y por eso hay reacciones, que espero sean lo menos dolorosa posible”.

Agregó que “hay gente pasando hambre, familias tiradas a la calle, empresas que están cerrando y muchas más van a cerrar. Hay que pensar también qué incapacidad tuvimos para que esto suceda. Crisis, en su sentido epistemológico, quiere decir “crecimiento”, tal vez es una oportunidad de crecimiento”.

Al aludir a los ataques que sufren periodistas que militan la perspectiva de género, dijo que “es tremendo, pero no hay que amilanarse y hay que saber cuál es la procedencia. Si una sabe que las humillaciones provienen de mercenarios pagos….estamos en esto, hay que jugarse, pero algunas amenazas se tornan insoportables”.

“La antiperspectiva de género corresponde todas las derechas en el mundo. Por eso, prohibir el lenguaje inclusivo, es claro que la libertad retrocede, en lugar de avanzar. Hacemos una apuesta: yo apuesto por las mujeres porque en la condición femenina hay algo muy importante, que tiene toda una tradición. Por ejemplo, ¿quiénes socavaron la dictadura militar en la Argentina? Fueron mujeres: las Madres de Plaza de Mayo. No es que seamos más corajosas, probablemente tenemos mucho miedo, pero de ahí sale el coraje. La vida doméstica es compleja y hay hacedoras de milagros en esa escena”, expresó.

Como idea de cierre, volvió sobre su arenga inicial y dijo: “Creo que es la hora de la mujer. Y lo que hay que hacer es juntarse. Amucharse. Es nuestra hora, como fue ante la dictadura: si no hubiera sido por las locas de Plaza de Mayo, el fin de la dictadura hubiera sido más lento. Estar juntas en colectivos, en manifestaciones colectivas. Hay que deponer los detalles y separaciones. Porque cuando hay una situación tan crítica, hay que poner en suspenso las cuestiones de detalles. Seguramente tenemos muchas diferencias políticas con muchas congéneres, pero hay que dejar de pelear por eso, es una torpeza. Tenemos que juntarnos.”