Hace días, la Universidad Nacional de San Juan firmó un acta complementaria con la Dirección de Planeamiento y Desarrollo Urbano de la Provincia de San Juan para trabajar en lo que se conoce como Etiquetado de Eficiencia Energética en Viviendas. Es es un documento que actúa como una suerte de marca del inmueble respecto de su mayor o menor nivel de eficiencia en el uso de la energía, por lo cual se trata de una iniciativa enmarcada en la búsqueda de sustentabilidad. Así como las “casas marcadas por el sol” de la canción de Luis A. Spinetta quizás aludan a la luz del conocimiento que alumbra a un ser, el etiquetado de viviendas ilumina al desarrollo sostenible mediante el ahorro energético.

Además del rector de la UNSJ, Tadeo Berenguer, en la firma del acta participó el decano de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (FAUD), Guillermo Velasco. Por el lado del Estado sanjuanino, firmaron el ministro de Infraestructura, Fernando Perea, y el director de Planeamiento y Desarrollo Urbano, Federico Manini. El acuerdo busca que la FAUD forme profesionales para etiquetar viviendas.

“Es la primera vez que a través de una Facultad se van a formar los etiquetadores”, comentó Guillermo Velasco en el programa “Nuestros temas”, por Xama TV. “El tema principal a nivel mundial hoy es la eficiencia energética; ver cómo reducimos el consumo de energía. El etiquetado permite ver el comportamiento de los materiales, de la orientación de la vivienda, lo que dará pautas para favorecer el menor consumo energético”, agregó el Decano.

En el mismo espacio del canal público de San Juan, Leonardo Funes, coordinador del proyecto de etiquetado de la FAUD y trabajador en la Dirección de Planeamiento y Desarrollo Urbano, explicó que el etiquetado “va a permitir tener esa medida necesaria de cuál es el comportamiento energético de una vivienda”. “Es decir, su demanda energética durante un año en relación a su superficie. Para ello se considera la demanda de calefacción y refrigeración, la producción de agua caliente sanitaria y su iluminación artificial. Y le jugaría a favor los aportes de la vivienda en energías renovables, como un calefón solar”, detalló.

Funes comentó que el trabajo de etiquetado es un relevamiento de la documentación técnica de las viviendas. La información obtenida se deriva a un aplicativo del Programa Nacional de Etiquetado de Viviendas (PRONEV). “El registro de consumo de la vivienda permite tener una mirada completa de cómo está el consumo en cada provincia. La etiqueta arroja diagnóstico, nos da información sobre qué mejorar en la vivienda”, dijo el arquitecto.

"Nunca va a ser un recargo"

El coordinador del proyecto de etiquetado aclaró que la etiqueta en el inmueble "nunca va a ser un recargo". "Al contrario, la idea es estimular que quien tenga una buena etiqueta, una buena medida, tenga algún aliciente. Por experiencia de provincias que ya lo implementan, la etiqueta genera un plus valor en el inmueble", consignó Funes. 

Curso en la FAUD

El proyecto del curso en la FAUD, según contó en “Nuestros Temas” Carlos Reinuaba, secretario Técnico de esa Facultad, contempla el dictado de manera híbrida (una parte presencial y otra virtual) y será coordinado por GAMA (Gabinete de Materiales – FAUD). En agosto comenzarían las preinscripciones para el cursado, que tendrá una duración de ocho semanas, con una evaluación final.

Podrán hacer el curso profesionales de la arquitectura, de la ingeniería civil, técnicos/as en Construcción y maestra/o mayor de obras.